- Back to Home »
- CONSEJOS , INFARTO , VIDA SALUDABLE »
- como evitar un infarto
jueves, 10 de diciembre de 2015
Un ataque al corazón o infarto al miocardio, ocurre cuando el músculo cardiaco se daña o no recibe suficiente oxígeno. Muchos de los problemas relacionados con el corazón se producen debido a obstrucciones en las arterias que llevan sangre purificada desde este órgano a diferentes partes del cuerpo. Otra causa es la formación de coágulos de sangre.
Los signos comunes de un ataque al corazón son una opresión, dolor o molestias en el pecho, además de sudoración, náuseas y vómitos que se acompañan de una intensa presión en el pecho; así como dolor que se irradia y se extiende desde el tórax hasta el brazo izquierdo y falta de aire durante más de unos minutos. Si tienes cualquiera de lo anterior síntomas debes consultar al médico o ir de emergencia al hospital.
Los factores de riesgo de un ataque al corazón incluyen: tabaquismo, diabetes, niveles altos de colesterol, hipertensión, antecedentes familiares de enfermedades cardiacas, aterosclerosis, la falta de ejercicio, obesidad y el excesivo consumo de comidas rápidas.
Reducir los riesgos de un ataque al corazón es posible; para ello te damos estos 10 consejos que, estamos seguros, te resultarán muy útiles.
- Deja de fumar
- Come saludable. Evita los alimentos grasos, exceso de sal y carnes rojas
- Controla tu presión arterial alta y, en su caso, la diabetes
- Procura el ejercicio regular por lo menos 30 minutos al día. La caminata es una excelente actividad
- Haz todo lo posible para mantener tu peso ideal
- Elige un estilo de vida saludable
- Práctica la meditación
- Haz relajación regular y acompáñalos con ejercicios de respiración
- Sométete a evaluaciones periódicas por parte de tu cardiólogo
- Incluye en tu dieta los alimentos que son ricos en antioxidantes
Las enfermedades del corazón y las muertes que de ella se producen, pueden prevenirse mediante el mantenimiento de tu salud, encontrar un equilibrio en la vida entre el trabajo y otras actividades, abandonar el sofá y salir a caminar al aire libre. Una buena opción es que dejes de ver los deportes por televisión y en su lugar practícalos tú mismo.
¿Cómo prevenirlo?
Al ser una enfermedad que no presenta síntomas previos, es muy importante tratar de detectarla antes que se manifieste clínicamente, es decir, llevar a cabo lo que se denomina “prevención primaria”.
Para ello es aconsejable, a partir de los 30 años, realizar controles clínicos y/o cardiológicos periódicamente. Allí el profesional le efectuará estudios como el ecocardiograma, y el electrocardiograma de reposo y/o de fuerza. También se podrá llevar a cabo una ergometría, con lo cual se abarcaría el riesgo global del paciente. Luego, de acuerdo a los resultados, se avanzará o no con estudios de mayor complejidad.
En esta etapa preventiva, los médicos se focalizan en identificar si el paciente está dentro de los parámetros que denominamos riesgosos, para luego hacer hincapié en la recomendación de medidas higiénico dietéticas.
Estas son:
- Si fuma dejar de hacerlo.
- Hacer actividad aeróbica 3 veces por semana, sin importar la edad. Ejemplos: correr, caminar, natación o bicicleta. Ir al gimnasio a hacer pesas no cumple la misma función.
- Tener una alimentación saludable, aumentando la ingesta de fibras que se encuentran en las frutas y verduras, y el consumo de ácidos grasos insaturados, presentes en los pescados y en el aceite de oliva.
Para aquellos pacientes que ya tuvieron un infarto se practica la “prevención secundaria”, con la cual se busca evitar que sufran otro. Los métodos son similares, pero se agregan medicamentos que potencian los efectos de control sobre los lípidos o la hipertensión, según cada caso en particular.